ENTRENAMIENTO
FUNCIONAL

Cada día proponemos una rutina de entrenamiento distinta que abarca, mediante nuestra metodología, todos los aspectos fundamentales del acondicionamiento físico; nuestro equipo técnico tiene en cuenta todas las variables para poder ofrecer rutinas de entrenamiento equilibradas que al
combinarse con el paso de los días puedan intervenir en la mejora física de forma global.

Los días adquieren identidad propia con modelos de entrenamiento que abarcan desde rutinas de entrenamiento de fuerza o estiramientos a días de puro cardio y explosividad.

El entrenamiento funcional se basa en entrenar nuestro cuerpo para lo que fue diseñado. Partimos desde el movimiento y vamos fortaleciendo todos los músculos de forma global, para poder tener un físico preparado para cualquier situación a la que nos podamos enfrentar, ya sea en nuestra vida cotidiana, de emergencia o deportiva.

Los entrenamientos clásicos segmentan al cuerpo en grupos musculares, cuando en realidad hay unos 650. Todos hemos estado apuntados en algún gimnasio. ¿Cuántos músculos nos nombraron? Si sólo tuviéramos bíceps, tríceps, pecho, dorsal, trapecio, cuádriceps, abdominal, lumbar, etc. NO PODRÍAMOS LEVANTARNOS DE LA CAMA.

Somos un todo, y no podemos entrenar un solo músculo de forma aislada con un movimiento, si en ese movimiento hay más músculos implicados y, además, cada uno de esos músculos implicados tienen una función distinta.

Esa es la primera base que hay que entender del ENTRENAMIENTO FUNCIONAL, no se entrenan músculos, se entrenan movimientos.

Las últimas investigaciones (ACSM) han catapultado al ENTRENAMIENTO FUNCIONAL hasta convertirlo en la actividad más eficaz de las realizadas como entrenamiento físico. Además, el tiempo necesario para conseguir los resultados se reduce con creces. No es necesario vivir en el gimnasio.